“Elevó su alma... Mantenía los ojos cerrados, se despojo de su cuerpo. Un halo de luz ofrecía imágenes, sensaciones de un viaje vetado, de un viaje prohibido...
Observó con asombro su cuerpo dormido, inerte.
-Era cierto- Pensó.
Sólo los iniciados escuchan sus palabras, sólo los iniciados pueden ver...”