Ayer pasé la barrera de los treinta, a decir verdad no me siento más mayor, ni más sabio, ni más eufórico...
Simplemente ha pasado un año más desde que mi madre me trajera a este mundo. Eso sí, me siento feliz... pero no por el mero hecho de haber cumplido años, sino por todo lo que me ha dado y me ha quitado la vida, en definitiva por vivir. Por tener la oportunidad de conocer a tantas personas maravillosas, que sin duda aderezan y dan sentido a mi vida. Porque me quieren por ser quien soy, con mis defectos y mis virtudes... sin más.
Quiero compartir con todos vosotros un pedacito de tarta.
Ya, ya sé que es virtual y que así no tiene gracia... pero lo importante es el detalle, así que aquí os dejo una tarta muy especial... Los invasores, un reflejo gracioso de los que son los años.
“Vienen sin avisar y cada vez son más”.
Un fuerte abrazo a todos y muchas gracias por ser parte de mi vida... Os quiero.