Desde tiempos inmemorables el ser humano se planteó las diversas formas del fin de los días, o el llamado comúnmente apocalipsis...
Yo estuve allí... No fue como predijeron, aunque sus efectos tenían cierta similitud. Durante largas décadas pensamos que un ataque nuclear sería nuestro fin, otros divulgaban el pensamiento que la extinción de la humanidad vendría de la mano del cambio climático... por un meteorito, por un supervirus mutante e indestructible, o incluso, por la escasez de los recursos naturales y necesarios para nuestra existencia...
Todos estaban equivocados...
Aún recuerdo como comenzó: Vivimos unos prodigiosos siglos, en los que nuestra civilización dio pasos de gigante en todos los sentidos. Éramos capaces de fabricar cualquier cosa impensable en otras épocas, formamos diversas alianzas entre las variopintas etnias y razas humanas, forjamos un consenso, para erradicar los males que aquejaban a nuestro planeta...
Teníamos un enrevesado sistema económico, que fue lo que motivó el comienzo de la destrucción del ser humano como tal. Se creó una moneda única, poco después comenzamos a sumergirnos en una recesión, ya que nuestro sistema económico no era tan fuerte como pensábamos... Una crisis mundial golpeo el planeta con todas sus fuerzas, lentamente vimos caer una por una las grandes empresas multinacionales y con ellas a todos sus empleados...
Al principio los gobiernos intentaron frenar estos síntomas inyectando dinero líquido a los bancos y a las grandes empresas para intentar mantener el orden... Pero fueron palos de ciego. Eran soluciones pasajeras... “pan para hoy y hambre para mañana” Esas inyecciones económicas sólo duraban unos meses, cuando el capital se agotaba volvían los mismos problemas...
Las listas de parados se hacían incontables y los millones de desempleados que se sumaban en esas listas iban agotando sus subsidios y prestaciones por desempleo sin remedio...
Los problemas se agravaron cuando a todas aquellas personas se les agotaron las ayudas del gobierno... La sociedad cada vez estaba más deteriorada. La gente no tenía dinero... ni siquiera para comprar comida. Mucha gente dejó de pagar las hipotecas y prestamos dada la imposibilidad de hacer frente a esos gastos sin ninguna entrada de dinero en sus hogares...
Comenzaron los embargos y las expropiaciones, ordenadas por los bancos... pero de nada servía ya que nadie podía comprar... las subastas estaban vacías. La gente se quedaba en la calle, sin casa, sin dinero y con familia...
Los robos, asaltos y muertes violentas se multiplicaron por un millón...
En poco tiempo, nada quedaba de las grandes empresas, solo algunos privilegiados y los gobernantes mantenían una situación normal...
El mundo se paro, la cadena se rompió... nada quedaba de lo que antaño fue nuestro sistema... Los gobernantes veían como el mundo globalizado se desmoronaba ante su perpleja mirada.
Las personas se echaron a la calle en todo el mundo... las autoridades intentaron impedir por la fuerza los disturbios y los saqueos incesantes...
Así comenzó...
Ahora millones de muertos asolan las calles, no hay gobiernos, no hay religión. Sólo la ley del más fuerte... sólo se lucha por la comida. Ahora veo el apocalipsis con mis propios ojos... Fuego, Hambre, Guerras y Enfermedad...
Desde aquel día dejamos de ser humanos, nos comportamos como animales... no importa cómo, lo importante es sobrevivir...
En el nuevo mundo a 13 de Enero del 2012