CHICOS ROCIADOS CON PESTICIDAS TRABAJAN COMO BANDERAS HUMANAS (DIFUNDIR)
Posted: 19 Mar 2009 08:27 PM PDTLOS NIÑOS FUMIGADOS DE LA SOJA Articulo publicado en el día Jueves, 19 de Marzo en el blog Meditaciones en el Mar Rojo, de Helen
PENSE QUE SOLO AQUÍ A UNOS POCOS KILOMETROS DE ISRAEL, EN GAZA SOLO EXISTIAN NIÑOS UTILIZADOS DE ESCUDOS HUMANOS, SIENTO PENA DE HABERME EQUIVOCADO Y VER QUE EN EL OTRO EXTREMO DEL MUNDO EN LA ARGENTINA , EN LA PROVINCIA DE SANTA FE, ESTEN UTILIZANDO A LOS NIÑOS COMO BANDERAS HUMANAS.TE PIDO DE TODO CORAZÓN QUE DIFUNDAS ESTA NOTA , MUCHA GENTE DENTRO DE ARGENTINA Y EN EL MUNDO ENTERO, NO SABE QUE ESTO ESTA SUCEDIENDO ,AHORA, DIVULGALO POR FAVOR, GRACIAS. HELEN.CHICOS ROCIADOS CON PESTICIDAS TRABAJAN COMO BANDERAS HUMANAS.
Norte de la provincia de Santa Fe El viejo territorio de La Forestal, la empresa inglesa que arrasó con el quebracho colorado, embolsó millones de libras esterlinas en ganancias, convirtió bosques en desiertos, abandonó decenas de pueblos en el agujero negro de la desocupación y gozó de la complicidad de administraciones nacionales, provinciales y regionales durante más de ochenta años.
Las Petacas se llama el exacto escenario del segundo estado argentino donde los pibes son usados como señales para fumigar. Chicos que serán rociados con herbicidas y pesticidas mientras trabajan como postes, como banderas humanas y luego serán reemplazados por otros."Primero se comienza a fumigar en las esquinas, lo que se llama ’esquinero’. Después, hay que contar 24 pasos hacia un costado desde el último lugar donde pasó el ’mosquito’ (El 'mosquito' es una máquina que vuela bajo y 'riega' una nube de plaguicida) , desde el punto del medio de la máquina y pararse allí", dice uno de los pibes entre los catorce y dieciséis años de edad. El “mosquito” es una máquina que vuela bajo y "riega" una nube de plaguicida. Para que el conductor sepa dónde tiene que fumigar, los productores agropecuarios de la zona encontraron una solución económica: chicos de menos de 16 años, se paran con una bandera en el sitio a fumigar.
Los rocían con "Randap” y a veces “2-4 D” (herbicidas usados sobre todo para cultivar soja). También tiran insecticidas y matayuyos. Tienen un olor fuertísimo.“A veces también ayudamos a cargar el tanque. Cuando hay viento en contra nos da la nube y nos moja toda la cara", describe el niño señal, el pibe que será contaminado, el número que apenas alguien tendrá en cuenta para un módico presupuesto de inversiones en el norte santafesino. No hay protección de ningún tipo. Y cuando señalan el campo para que pase el mosquito cobran entre veinte y veinticinco centavos la hectárea y cincuenta centavos cuando el plaguicida se esparce desde un tractor que "va más lerdo", dice uno de los chicos."Con el ’mosquito’ hacen 100 o 150 hectáreas por día. Se trabaja con dos banderilleros, uno para la ida y otro para la vuelta.
Trabajamos desde que sale el sol hasta la nochecita. A veces nos dan de comer ahí y otras nos traen a casa, depende del productor", agregan los entrevistados.Uno de los chicos dice que sabe que esos líquidos le puede hacer mal: "Que tengamos cáncer", ejemplifica. "Hace tres o cuatro años que trabajamos en esto. En los tiempos de calor hay que aguantárselo al rayo del sol y encima el olor de ese líquido te revienta la cabeza".A veces me agarra dolor de cabeza en el medio del campo. Yo siempre llevo remera con cuello alto para taparme la cara y la cabeza", dicen las voces de los pibes envenenados."Nos buscan dos productores. Cada uno tiene su gente, pero algunos no porque usan banderillero satelital. Hacemos un descanso al mediodía y caminamos 200 hectáreas por día. No nos cansamos mucho porque estamos acostumbrados. A mí me dolía la cabeza y temblaba todo. Fui al médico y me dijo que era por el trabajo que hacía, que estaba enfermo por eso", remarcan los niños.El padre de los pibes ya no puede acompañar a sus hijos. No soporta más las hinchazones del estómago, contó. "No tenemos otra opción.
Necesitamos hacer cualquier trabajo", dice el papá cuando intenta explicar por qué sus hijos se exponen a semejante asesinato en etapas.La Agrupación de Vecinos Autoconvocados de Las Petacas y la Fundación para la Defensa del Ambiente habían emplazado al presidente comunal Miguel Ángel Battistelli para que elabore un programa de erradicación de actividades contaminantes relacionadas con las explotaciones agropecuarias y el uso de agroquímicos. No hubo avances. Los pibes siguen de banderas. Es en Las Petacas, norte “profundo” santafesino, donde todavía siguen vivas las garras de los continuadores de La Forestal.Álvaro. desde ya la imagen es impactante. Supongo que si con mostrar no se puede tomar cierta conciencia... la tarea va a ser mucho mas larga...En este caso es la soja, un monocultivo que se permio crecer sin ningún control.
Cada uno miro a un costado. los que ganaban, los que explotaban, los que gobernaban, los entes, los legisladores... Todos son responsables y de todos los colores.Me pregunto si este material esta difundido en Santa fe... si algún funcionario dio alguna explicación al respecto.Si los organismos de derechos humanos anduvieron por ahí... si pudieron hacer algo.Si alguien les pudo ofrecer algún trabajo digno a esta gente. Porque aquí esta la cosa.Nadie elegí morir porque si... o morís de hambre... o morís explotado.Se puede indentificar certeramente a los responsables?.En orden jerárquico en responsabilidad, todos?
DanielaFuentes: Diario La Capital, Rosario, Argentina, Fundación Proteger, Fundación Encuentro NacionalEscrito por Álvaro Leiva Por El Equipo de Siendo Humanos gracias Álvaro.
TODO LO QUE MIS AMIGOS BLOGGEROS PUEDAN HACER PARA DIFUNDIR ESTA NOTA, SE LES AGRADECE. HELEN. (Meditaciones en el Mar Rojo).
Entrada copiada del blog: LIBRO ABIERTO, Rudy Spillman