Hos presento mí primer cuento... lo acabé en las navidades del año 2007, lo hice como regalo de navidad para mis sobrinos, con dos intenciones: cambiar la rutinaria entrega de regalos y fomentar la lectura de una forma practica y divertida.
Nota.- Este no es un cuento normal, es mágico, para que tenga vida propia sólo hay que seguir unos pequeños pasos... y los más pequeños quedarán atrapados. Debido a problemas tecnicos las ilustraciones que aparecen el dicho cuento no las he podido subir a esta entrada, pero indico el dibujo que correspondería... espero que os guste.
Hace mucho, mucho tiempo, una familia celebraba la navidad. Como todos los años, se habían reunido a pasar esas fechas en casa de la abuela.
Habían terminado de cenar y tres niños correteaban por la casa buscando los regalos… Samuel era el más pequeño, tenía el pelo rubio con greñas que le daban un aire travieso, aunque no lo era. Sus ojos marrones estaban adornados por unas gafas muy chulas, con la pasta de color rojo, siempre se estaba riendo. Pero tenía un defecto… era un poco miedoso.
Samuel tenía una hermana, se llamaba Ana, era algo mayor que él, tenía doce años, la misma edad que su prima Amanda, pues tan solo se llevaban quince días de diferencia. Ana usaba, a menudo, a su hermano de conejillo de indias, realizando todo tipo de experimentos.
Ana era rubia, sus ojos eran azules, de talla alta y bastante delgada, su defecto era que le gustaba mucho la ropa, tanto que en ocasiones se peleaba con su prima por que quería ponerse la ropa de ésta.
La prima de Samuel y Ana, se llamaba Amanda, era la que más genio tenía, su pelo era castaño y liso, sus ojos eran verdes, siendo un poco bajita. Era muy independiente, tanto que esto se convertía en su defecto.
Los tres tenían esos pequeños defectos, pero a su vez tenían infinidad de virtudes. Al fin encontraron los regalos que habían pedido a los Reyes Magos, aunque este año faltaban algunos… se ve que los Reyes, se habían dejado los que faltaban en las casas equivocadas.
Pero en su lugar encontraron… Un cuento, se llamaba el cuento mágico de la navidad, como les gustaba la lectura comenzaron a leerlo entre los tres.
Este cuento es un cuento mágico ponía en sus primeras palabras… Si continuáis su lectura, os adentrareis en la tierra de la bruja Morgana, que reside en este cuento y sí no superáis con éxito las pruebas quedaréis atrapados en el cuento, como le ha sucedido a miles de niños que intentaron leer antes que vosotros.
Amanda y Ana no dejaban de reírse, pues el cuento era un poco infantil, pero a Samuel ya no le hacía gracia y no quería seguir leyendo el cuento.
¿¡Os estáis riendo!? Creéis que el cuento no es mágico, voy a demostraros que este cuento tiene vida propia.
Haber, haber… dejarme pensar.
Ya lo tengo...
En la cocina debéis buscar, en los cajones podréis encontrar algo que os puede gustar.
¡Vamos a que esperáis ir a buscar en los cajones!
Al principio dudaron. ¿El cuento nos dice que busquemos en los cajones de la cocina? Se peguntaban.
¿Cómo es posible?, parece que el cuento esté vivo, después de darle algunas vueltas al asunto las niñas mandaron a Samuel que mirara, por si acaso…
El rostro de Samuel se iluminó al abrir el último cajón, allí había tres bolsas de golosinas con el nombre de cada uno… no tardaron en comenzar a dar cuenta del botín encontrado, pues a los tres les encantaban. Y así continuaron la lectura del cuento, que por supuesto ya les gustaba, ya que, no todos los cuentos son mágicos.
Bueno, ahora seguro que ya no dudareis más de mis palabras. ¿Están buenas, verdad?, Os preguntareis, para qué sirven los bolígrafos con vuestros nombres, ¿no?
Pues veréis, para seguir leyendo debéis firmar el contrato de lectura, si no firmáis, no podréis continuar la lectura de este cuento. La curiosidad les hizo adelantar unas páginas para ver que había más adelante, pero las siguientes páginas estaban en blanco. Ana y Amanda se quedaron sorprendidas y no digamos de Samuel… ¿Qué clase de cuento era este?, ¿Cómo abrían llegado aquellas golosinas al cajón de la cocina?, y ¿cómo es posible que no hubiese nada más escrito?
Tardaron un poco pero al final pensaron que no pasaría nada por firmar, así que comenzaron a leer el contrato, era curioso el cuento tenía un lugar para sus firmas, con el nombre de cada uno, este cuento no dejaba de sorprenderles y cada vez les iba gustando más.
Así que después de leer el contrato decidieron firmar. ¿Qué podría pasar? Al fin de al cabo la bruja Morgana no parecía tan mala. Por empezar a leer ya les había hecho un regalo, lo que viniese después seguramente sería igual de bueno e incluso mejor…
Contrato de lectura:
Me comprometo a continuar leyendo. Admito las reglas de este cuento. Si no lo hago, yo seré el responsable y tendré que aceptar el castigo de la bruja Morgana. Pudiendo quedar atrapado para siempre en este cuento, si infrinjo las normas o si dejo de leer a partir de mi firma.
Leído y entendido firmo de manera voluntaria.
NOMBRE DE CADA NIÑO Y LUGAR CORRESPONDIENTE PARA SU FIRMA
Después de la firma, la bruja Morgana se reía ¡JA, JA, JA, JA! ahora sois míos. Escucharon una risa malvada, que procedía del interior del cuento. Los tres se miraron y cuando volvieron a mirarlo, de forma mágica, las páginas que estaban en blanco se llenaron de letras. Era alucinante, magia de verdad, empezaron a leer las nuevas páginas que comenzaban con unas frases misteriosas.
Tendréis que jugar para vuestras vidas, salvar. Mi ciudad esconde un tesoro, que vuestro puede ser, pero para ello algunos problemas tendréis que resolver… juntos deberéis luchar para a la bruja Morgana poder derrotar… Vuestros bolis serán las espadas que usareis y solo con vuestra astucia venceréis.
Samuel no entendía muy bien todas las palabras que había en el cuento, pero su hermana y su prima le ayudaban a entenderlas.
Amanda dijo.- ¿Mi ciudad esconde un tesoro?, seguro que si acabamos el cuento encontraremos un tesoro.
Samuel al escuchar las palabras de su prima se puso muy contento, daba saltos de alegría y gritaba: “bien, bien encontraremos un tesoro, que guay”
Ana también estaba contenta, se dieron cuenta de que eso tenía mucho sentido, aunque estaba algo intranquila, tenía una extraña sensación, así que le dijo a Samuel y Amanda que porque no hacían un juramento. Antes de continuar con la lectura.
Claro respondieron, de esta forma los tres juntaron sus manos e hicieron el juramento.
Pase lo que pase siempre estaremos juntos no dejaremos que nada nos separe. Los tres dijeron esa frase a la vez y siguieron con el cuento.
Pero algo extraño había pasado ya no estaban en la casa, aunque tampoco habían salido a la calle, aun así el sitio donde se encontraban era muy diferente, no reconocían nada, ni las paredes, ni el techo, ni siquiera el suelo que pisaban, aunque lo más raro era que podían escuchar a los mayores. Al principio esa sensación les asusto y empezaron a llamar a sus padres… Papa, Mama, Abuela, pero nadie respondía.
Qué extraño, ¿dónde estamos?, dijo Ana. Creo que estamos en la tierra de Morgana, respondió Amanda. Pero si es un cuento, no puede ser, dijo Ana.
A lo que Samuel respondió. Pues será un cuento pero no estamos en casa. Los niños comenzaron a mirar con detenimiento a su alrededor, estaban en una casa pero no era la casa de la abuela, de eso no tenían duda.
Se encontraban en una gigantesca sala, dentro de esta, se veía un pasillo tan largo que se perdía la vista, mientras miraban el pasillo, detrás de ellos apareció Morgana, al verla los niños quedaron paralizados por el miedo.
La bruja era muy fea, vestía de negro, llevaba un sombrero con la caperuza torcida, tenía una enorme nariz y en la punta se podía ver una verruga con unos cuantos pelos, miraba a los niños con los ojos muy abiertos, como si se le fuesen a salir de las orbitas todo lo que habían leído era verdad.
Sin dudarlo un segundo, salieron corriendo en estampida, dirección al pasillo, este tenía muchas puertas, lejos de la bruja decidieron intentar abrir una de ellas para esconderse.
Entraron en una habitación con poca luz, pero aun así podían ver en las paredes dibujos extraños, los niños escucharon la voz de la bruja, que venía del pasillo.
De esta habitación no saldréis hasta que la solución del problema encontréis…
SOPA DE LETRAS CON DIEZ NOMBRES DE FAMILIARES
Los 10 nombres de vuestra familia tendréis que buscar entre estas letras repartidas al azar, si las queréis localizar en todas direcciones deberéis de mirar.
Como los niños eran muy listos no tardaron en solucionar el pequeño problema, al descubrir el último nombre la puerta de la habitación se abrió y los niños salieron de nuevo al pasillo.
Allí escucharon la voz de Morgana, esta vez me habéis vencido, pero pruebas más difíciles esperan vuestro recorrido. En la siguiente habitación tenéis que entrar si no queréis que os vuelva a asustar…
Los niños se miraron, no podían hacer otra cosa que seguir hacia adelante, abrieron la siguiente habitación que estaba totalmente a oscuras, al ver que no tenía luz se quedaron en la puerta sin entrar, puesto que aquella oscuridad les producía un miedo que no se podía describir.
De nuevo habló Morgana: “entrad sin miedo, la habitación se iluminará cuando entréis. Dentro de ella vuestro destino veréis, si alguna de las pruebas no resolvéis…”
La oscuridad sólo duro un segundo, cuando entraron, la puerta se cerró a sus espaldas y la habitación se iluminó por completo. Lo que vieron allí, les sobrecogió, había una urna de cristal, dentro de ella miles de niños les gritaban. ¡Sacarnos de aquí, por favor!
¿Cómo lo hacemos?, Preguntaron los tres niños.
Tenéis que vencer a Morgana respondió uno de los chicos que estaba dentro, llevamos aquí mucho tiempo, cada vez somos más, ninguno de los que estamos aquí ha podido superar todas las pruebas, pero si alguien las supera, llegará hasta el tesoro y el hechizo se romperá, así todos podremos volver a casa.
La luz se apagó y la puerta se abrió dejando entrar un poco de luz. Amanda, Samuel y Ana salieron un poco tristes. La bruja Morgana era muy mala, tenía a todos esos niños cautivos, ahora sería responsabilidad de los tres niños, rescatar a todos los que allí estaban atrapados. Así que no tardaron en entrar a otra habitación, donde surgió un nuevo problema. Había varias imágenes con cuatro respuestas posibles… ¿Encontrarían las Verdaderas?
¿En qué País se encuentra esta torre?
DIBUJO DE LA TORRE EIFFEL
T= España
B= Portugal
G= Italia
D= Francia
Cada letra indica una respuesta, si acertáis correctamente todas las respuestas, encontraréis una frase uniendo las letras que correspondan a la respuesta acertada. Es importante que respondáis la verdadera si no lo hacéis bien, perderéis la primera pista que indica la situación del tesoro de la bruja Morgana. Siendo imposible recuperarlo y quedando atrapados para siempre.
¿En qué juego se usa este casco?
DIBUJO DE CASCO DE RUGBI
E= Rugbi
A=Motocross
U= Beisbol
O= Boxeo
¿Cómo se llama a esta figura?
DIBUJO DE UN BUDA
T= Reliquia
S= Indica
B= Buda
N= Estatua
¿Qué se mide con este aparato?
DIBUJO DE UN MEDIDOR DIOPTRIO
E= Ojos
A= Dioptrías
O= Pupilas
U= Iris
El estiércol de las vacas produce un gas que se llama…
DIBUJO DE UNA VACA
J= Metano
T= Propano
S= Natural
M= Mostaza
¿En qué País es típica esta edificación?
DIBUJO DE TEMPLO CHINO
A= Japón
O= China
E= Turquía
I= África
Bueno, bueno os ha costado un poco pero ya la teneis, se reía Morgana… los tres salieron de la habitación y se dirigieron a la siguiente, sois muy valientes pero a partir de ahora os pondré las cosas muy dificiles, seréis míos como los demás niños.
Cuando entraron en la habitación los niños se quedaron con la boca abierta. Esta operación tendréis que resolver, a cambio dos letras de la situación del tesoro os daré.
12+6+24+12-40+6+5+4+3-7= 28 à EN
12+6+24+12-40+4+4+3-7= 22 à ES
12+6+24+12-6-40+5+4+3-7= 13 à DE
Que pasa niños para esto no sois tan rapidos eh… los tres se tuvieron que esforzar para acertar la respuesta adecuada, la bruja cada vez se lo ponía más difícil.
Aquí teneís otra pista, si encontrais la respuesta acertada.
5+10+15+15+30+10-5+20-10-45= 35 à EL
5+10+15+15+30+10-5+20-10-45= 45 à LA
5+10+15+15+30+10-5+20-10-45= 55 à LOS
La puerta de la habitación se abrió y los niños salieron, pero la bruja estaba muy enfadada. Habían llegado demasiado lejos, así que decidió separarles para que no pudiesen llegar a la última habitación. Pues era allí donde estaba la última prueba y la situación exacta del tesoro.
Sin que los niños se diesen cuenta, la bruja Morgana se las arreglo para separarles. La primera en desaparecer fue Ana, escuchaba una voz que solo ella podia oír, que no paraba de decirle: “Vuelve a la habitación anterior, hay un monton de ropa para tí” Ana se detuvo, Samuel y Amanda seguían hacia adelante.
Ana volvió sobre sus pasos y entró de nuevo en la habitacíon, al entrar, aparecieron a la vista un montón de modelitos, de los que más le gustaban y un gran espejo, donde poder mirar, como le quedaban.
Cuando fué consciente de que se había separado de su prima y su hermano, ya era demasiado tarde la puerta se había cerrado y no se podía abrir. Apareciendo Morgana para darle la bienveniada. Diciendole: Ahora perteneces al cuento, jamás podrás salir, te quedarás en esta habitación para siempre.
Ana quedó sorpredida, con qué facilidad se había dejado engañar… el sentimiento de culpabilidad, hizo que sus ojos empezaran a derramar lágrimas, no paraba de pensar: “Por la ropa me he separado de Samuel y de Amanda, ahora ya no los volveré a ver”
Ahora la bruja Morgana lo tenía un poco más facil, la siguiente fue Amanda… Le ocurrió lo mismo, comenzo a escuchar la voz: “En la habitación anterior, hay una play station donde podrás jugar y estar tranquila tu sóla sin que nadie te moleste”. Así fue como Amanda tambien quedó atapada, al entrar en la habitación se sentó delante de una gran tele, donde había un montón de juegos, la puerta se cerró y aparció Morgana “A ti, que te gusta tanto ser independiente, en esta habitación estarás sóla para siempre”
Cuándo Samuel estaba en frente de la última puerta, miró atrás y se dío cuenta que estaba sólo. Apareció Morgana diciéndole: “Ahora sólo quedas tú, Ana y Amanda han caído en mí trampa y se quedarán en este cuento, a no ser que seas capaz de entrar en esa habitación”. La bruja se reía ja,ja,ja,ja, cosa que dudo pues la habitación no tiene luz.
La puerta se abrió, delante de Samuel, había una habitación totalmente a oscuras y aunque era miedoso el mismo miedo de no volver a ver a su hermana y a su prima le hizo entrar sin pensarlo y allí encontró este problema.
DIBUJO LABERINTO
El dedo muestra el inicio, deberás, llegar hasta la casa, pasando solo por cuatro letras, estás son la última palabra, para resolver la frase que indica, la situación del tesoro de Morgana.
Tuvo que hacerlo con mucho cuidado, pero cuando resolvió, el último problema, del cuento comenzó a salir humo, poco después desapareció, los niños estaban de nuevo en casa de la abuela, con su familia, al ver que habían vuelto sanos y a salvo los tres se dieron un fuerte abrazo.
Prometiéndose que jamás volverían a cometer los mismos errores, que les hizo separarse mientras estaban en la tierra de Morgana, así que Ana no sería tan presumida, Amanda tampoco sería tan independiente y Samuel nunca más volvería a tener miedo. Pues fueron ellos, los héroes que derrotaron a la Bruja Morgana y liberaron a todos los niños que estaban atrapados en el cuento.
Aunque, mientras volvían a casa, pudieron escuchar unas palabras de Morgana: “El año que viene volveré y a todos en este cuento os encerrare, JA, JA, JA”
Los tres niños se reían, unieron todas las palabras de las pruebas y encontraron el tesoro.
Y colorín, colorado con estas letras el cuento ha acabado…
FIN