La tristeza se asentaba con firmeza en lo más profundo de mí ser.
 Impotencia, rabia, desasosiego...
Alzaba mis ojos, y las lágrimas me hacían bajarlos de nuevo.
Mis sueños se desmoronaban, atraídos por una fuerza misteriosa...
Esa que hace cambiar las cosas,
 Esa que abofetea a su antojo,
Esa que hace sentir a las personas como simples despojos.
Nunca lo pude comprender... 
¿Por qué yo? ¿por qué a mí? 
  Aprendí el significado en toda su extensión de la palabra: SUFRIR
Querer y no poder 
Mirar y no ver 
Buscar y no encontrar
Así pasaron los días, los años...
Entre lamentos y auto reproches
Mojando con mis lágrimas la almohada cada noche.
No sabía, no entendía que el mismo mal a todo el mundo le precedía.
Epílogo:  
"No desfallezcas en tus propósitos ante el tiempo adverso, pues sólo tu perseverancia y fuerza de voluntad lograrán que esos sueños se transformen en una preciosa realidad".
Sonríe... Sigue luchando...
Sigue soñando...
Sonríe... Sigue luchando...
Sigue soñando...
 

 
