martes, 26 de enero de 2010

GÉNESIS


EL NUEVO MUNDO 
2





 (Génesis)

“Ciegos y sordos... hasta que comprendáis la insignificancia de vuestra efímera existencia.”

-Lentamente, la madre Tierra fue muriendo... convulsionándose, del cáncer que fuimos.
 Supongo que fue una especie de autodefensa, para exiliar de una vez por todas a la raza humana. De nada sirvieron nuestros refugios, aunque los bunker soportaron: innumerables glaciaciones, terremotos y nos protegían de las inclemencias meteorológicas. De poco o nada  valieron, el día que la tierra comenzó a sangrar. 
La vida en la tierra ya no era posible...
Como si estuviesen sincronizados, todos los volcanes de la tierra entraron en erupción.
Fue dantesco... los ríos de lava se abrieron paso rápidamente sobre toda la superficie terrestre, arrastrando a su paso todo lo que encontraron y sembrando la tierra con un manto inerte y gris... El golpe de gracia provino de un violento desplazamiento de las placas tectónicas.

Durante mucho tiempo y en el más riguroso secreto, la sociedad se había empleado en fabricar trece arcas. Trece moles, con capacidad para cientos de miles de personas. Se idearon con la intención de asegurar nuestra supervivencia y el traslado a un nuevo mundo. De todas, sólo una tuvo tiempo de partir... -El teniente Aaron hizo una pausa, un nudo en la garganta le impedía proseguir-
-Millones de vidas se apagaron ese día... el dolor y la pena embargaron las almas de nuestros ancestros para siempre...
Tomamos entonces consciencia: “no somos más que polvo de estrella”.
Como un grano de arroz que se sumerge dentro del océano, el arca se aventuraba en la búsqueda del nuevo mundo...


Los supervivientes, en el regazo del espacio exterior, pudieron ver la autodestrucción del planeta y como lo que antaño fue su hogar se convertía en una gran bola de tierra muerta, fuego y gases tóxicos.
“Aprendimos a valorar nuestro planeta cuando ya lo habíamos perdido.”
 


   "LA LIMITACIÓN MÁS GRANDE DEL SER HUMANO RESIDE EN SU PROPIA MENTE."