lunes, 9 de marzo de 2009

LA INEXPUGNABLE SENDA HACIA LA FELICIDAD...

TODOS la buscamos, pero muy pocos la consiguen... y quienes lo hacen simplemente la rozan durante unos instantes... No creo que nadie viva eternamente feliz en esta abrupta vida que nos toca vivir.
¿Quién inventó esa diabólica palabra?
Personalmente creo que no existe, no me tachen de pesimista, ni de apagado, antes de leer el texto. Desde niño la he buscado he intentado averiguar en qué consiste y he llegado a la conclusión de que sólo hay momentos de plenitud... eso es la felicidad, o al menos para mí.
Ya que cada cual es feliz a su manera. Por ejemplo, quizá para un mendigo la felicidad sea tener un plato caliente, ropa limpia y disfrutar de una buena ducha. Para otros a lo mejor es el dinero, o las propiedades, o un trabajo, o tener familia, o incluso estar junto a los seres queridos...
Para mí la felicidad consiste en disfrutar de esos pequeños momentos de plenitud... esos instantes en los que nos sentimos alegres y dichosos.
Sí, eso sí lo conozco, eso sí lo he disfrutado infinidad de veces a lo largo y ancho de mi vida. Pero de mil maneras diferentes... ya que en cada ocasión me lo ha hecho sentir algo diferente, desde el nacimiento de un hijo, hasta el término de una obra, una comida familiar, no sé, cualquier cosa o hecho que me haya hecho sentir bien... pero esa sensación no dura mucho, ya que las circunstancias de la vida hacen que se evaporen precozmente.
Me considero una persona optimista, comienzo cada día con fuerza y mi estado de ánimo casi siempre suele ser alegre, intento ser afable con los demás y disfrutar de cada minuto, cada segundo, como si fuese el último de esta vida... para mí la felicidad no consiste en grandes cosas, al contrario, quizá las cosas insignificantes para otros es lo que me suele hacer sentirme pleno.
Como por ejemplo: deleitarme con la lectura de un buen libro, jugar con mis hijos, elaborar un buen plato de comida, sentir un abrazo, mirar el cielo estrellado, disfrutar de un ocaso, cuidar mi jardín, montar nuestra yegua, pasear con mi perro, escribir, saborear una buena u fría cerveza...
A lo mejor soy un bicho raro, o no... Pero éste es mi punto de vista...
¿Cuál es el tuyo?


   "LA LIMITACIÓN MÁS GRANDE DEL SER HUMANO RESIDE EN SU PROPIA MENTE."