Desterrado de esta sociedad, por la vida vago
Con el mundo por casa y el cielo por tejado
Rechazado y humillado...
Por un delito que intento recordar,
En las noches ebrias de mi soledad
Sin más compañeros, que un cartón de vino y lo que depare mi destino
Historias de un desatino, un alma errante...
Que vaga invisible a los ojos misericordiosos de un donante.
Deposite una moneda,
Que por un instante me quitará la pena
La pena de un tormento
Los gritos de mis lamentos
Mis ojos... Muestra de mi locura
Alma herida de muerte, sin cura
Qué pena sentir que se acabaron mis lágrimas.
He sido escupido, apaleado, marginado
Y siento decirte...
Qué un día fui como tú
Tuve un hogar, un trabajo
Y una familia que perdí, con los llantos de este sufrir.