Cada
día que paso sin estar con mis hijos, mi amor por ellos se multiplica... Cuando
estoy con ellos, se hace eterno. Amo a mis hijos. Son un regalo de Dios, y estoy
muy agradecido de tenerlos, aunque no pueda verlos siempre que
quiera.
El
dolor es el tributo que pago por estar separado de ellos... pero no me importa.
Porque una sola sonrisa, una sola palabra de ellos, anula todo mi dolor y cura
todas mis heridas.
¡Os quiero! Mi amor por vosotros no conoce cansancio, distancia, ni barrera.
¡Os quiero! Mi amor por vosotros no conoce cansancio, distancia, ni barrera.
"SIEMPRE ESTOY CON VOSOTROS...
A RUBÉN Y EDGAR.