Daría mi vida por vosotros sin pensarlo un solo segundo. Vendería mi alma por salvaros, por evitaros el doloroso camino de la vida, las enfermedades, los desengaños, los problemas e incluso el dolor físico que os espera, pero no puedo, nadie puede. Tendréis que hacer vuestro propio camino. Tendréis que caer y levantaros, es ley de vida. Mi mano siempre estará tendida para ayudaros pero un día me iré…
Espero haber sido en vida un buen padre para vosotros, al menos lo intenté con todas mis fuerzas, me gustaría que recordéis siempre estas palabras fruto de mi propia experiencia, quizá os resulten valiosas, fueron mi estandarte en vida:
“No seas materialista, sé generoso, ve con la verdad por delante, nunca seas egocéntrico, escucha cuando te hablen, no hables por hablar. Ama entregándote por completo, no seas celoso, ni avaricioso en exceso, respeta a todo el mundo, no juzgues a nadie sin conocerlo, sé fiel, que la puntualidad y tu palabra te precedan, disfruta de las pequeñas cosas, defiende tus ideales y a tu familia con tu vida, no tengas vicios, evítalos en medida de lo posible. Reflexiona, hazte preguntas, busca respuestas, se tú, disfruta de tu cuerpo, huye de la tristeza, no seas pesimista, ponte metas. Ten hijos, cuida de tus mayores, aprende de ellos pues también tú algún día serás mayor. Ayuda a los desfavorecidos, al débil y a cualquier ser humano que esté en peligro y tú le puedas ayudar. Huye de la pereza, lucha por tus sueños hasta que los consigas. Nunca te rindas, se inteligente. Siembra, cocina, cuida animales. Sé buena persona, escribe, dibuja, lee, infórmate. No te obsesiones con nada ni con nadie, no temas a nada pero sé prudente. Antes de dar un paso mide las consecuencias. No ofendas a nadie, aléjate de personas negativas y del mal. No vivas de nadie, ni uses a nadie. Trata a todas las personas desconocidas como si fuesen familia tuya, cuida del planeta y de los animales, piensa en los demás. No grites para hablar, controla tu ira, controla tus emociones, no te dejes influir demasiado por nadie ni siquiera por mí. Busca dentro de ti encontrarás muchas respuestas e incluso la felicidad. No guardes demasiado, Ni acumules riquezas para los demás, vive tu presente y disfruta todos los días como si fueran el último día de tu vida. Di lo que sientes, pide lo que quieres, no tengas demasiada vergüenza, pero sé educado y cortes. Compórtate adecuadamente donde estés. Sé ordenado y limpio. Demuestra siempre tu amor. Cuando tengas que luchar, mira a tu derecha, siempre estaré contigo hijo mío”
Que la Salud, el amor, la fortuna, la fuerza y la valentía os acompañen siempre en vuestro camino…
A Rubén y Edgar con todo mi cariño.
Papá
