viernes, 4 de noviembre de 2011

Conexión Mundial


NóicuLoveRevoLucióN

Hace días que escucho los latidos, al principio se escuchaban lejanos pero ahora se pueden oír con nitidez.  Una sensación envolvente se apodera de mí aportándome una sobredosis de paz y bienestar.
Mi cuerpo se llena de luz.
Salgo a la calle, me detengo frente a un indigente, sus ojos vidriosos se clavan en los míos. Le sonrío y le miro de modo afable. Me aproximo y coloco mi mano derecha sobre su hombro.  
Nos miramos fijamente… soy capaz de sentir su dolor, su angustia, su soledad. Él lo sabe y baja su mirada  avergonzado.
-¿Qué quiere?-pregunta, temeroso.
- Compartir mi luz- respondo, mientras lo abrazo como si fuese un ser querido al que hace mucho tiempo que no veo.
Los ojos del indigente se humedecen, siente la luz, siente el amor que lo eleva a la paz.
Otros nos miran y perciben la energía, se dan cuenta del milagro, pueden sentir lo mismo.
Como un virus poderoso la luz se extiende por la calle aportando la misma sensación de bienestar  a todas las personas que alcanza.
Un niño se aproxima a nosotros y le ofrece al indigente el bocadillo que mordisqueaba.
El Indigente deja libre su llanto
Otros se acercan a nosotros y dejan humildes presentes a sus pies…
Luego se abrazan a nosotros, poco a poco se teje una telaraña humana, sin distinción de raza, sexo y edad. 

El mundo entero se conecta…

 Todos somos uno...

“Cuando el amor hacia el prójimo supere el amor hacia nosotros mismos,  la tierra será un edén”
   "LA LIMITACIÓN MÁS GRANDE DEL SER HUMANO RESIDE EN SU PROPIA MENTE."