Caballero de fuego, enemigo de la oscuridad,
Aquí espero tu aparición, perdido en la soledad.
En el horizonte se difumina mi mirada,
A la espera de tu inminente llegada
Señor entre los señores... ahora me deleito con tu revelación.
Un manto de magníficos colores se vierte con esplendor.
Con los brazos extendidos te recibo...
Mi cuerpo dibuja una cruz
Siento tus primeras caricias
Tiñes de rojo, los parpados cerrados de mis ojos...
Ahora siento tu calor
Señor, padre de la tierra, esperanza de presos...
Tu reino espera.