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Me enfrento de nuevo a su blancura cegadora...
Un gran muro blanco impide mi visión a los mundos que acostumbro ver en su lugar.
En el reflejo de mis ojos se aprecian el coqueteo de las primeras letras sueltas con el monitor de la pantalla... al instante, palabras mágicas, abren para siempre las puertas al paraíso de la imaginación.
Las ideas fluyen... Las manos aporrean diestramente el teclado de forma rítmica y constante. En ese momento dejo de ser yo. Mi cuerpo es poseído por una fuerza sobrenatural, no hace falta pensar sólo dejarse llevar...
Imágenes, pensamientos y sinónimos forman un alegre aquelarre del cuál nacen las ideas de lo que en breve serán frases, renglones y hojas enteras rebosantes de aventura, amor, ternura...
Deliciosa locura.
Fruto preciado de la mente ingeniosa del extraordinario ser humano.
Legado Supremo a nuestra raza... CREAR.
Desarrollar una idea y darle vida; es lo más parecido a ser Dios.
Sigue creando... pronto tendrás tu propio universo.
