jueves, 5 de marzo de 2009

CAMBIO DE RUMBO


Todo comenzó con una bella historia de amor, que enturbiaron las drogas hasta destruir el pequeño imperio que con tanto esfuerzo ambos habían construido. Después de tres años de matrimonio, tomaron la cruda decisión de divorciarse... no sin polemizar y enzarzarse en una espiral de acusaciones en busca de un culpable. Quizá la avaricia de ella, promovió que aquella separación se convirtiera en un divorcio contencioso. Ya que Aquel hombre ahora era una simple pieza de la que se podía prescindir. Ella tendría la custodia de su hijo, y las sumas de la manutención del menor y la mitad de la hipoteca. Así no era difícil comenzar una nueva vida.
Él, lo tuvo más complicado, desterrado de su hogar no tuvo más remedio que volver a casa de sus padres, cargado con una vieja mochila en la que portada un par de mudas limpias. Fue lo único que pudo rescatar antes de salir para siempre de lo que antaño se llamo, hogar. Después de este suceso emprendió su nueva vida, partiendo de cero y prescindiendo obligatoriamente de la mitad de su sueldo. Pero ahora eso ya no importaba... había pasado mucho tiempo, el disfrutaba de su pequeño los fines de semana de cada quincena. Atrás quedaron las penurias, los malos momentos y sus lágrimas. Él había formado otra familia, tenía un nuevo hogar y otro retoño que arrancaba las arduas espinas que había clavadas en su corazón.
En los momentos que se celebraba la vista del divorcio de la pareja...
Él permanecía cabizbajo, ante las mentiras y la impotencia de no poder expresarse con suma libertad. Su señoría le hizo callar en varias ocasiones. Por lo que decidió, no echar más leña al fuego y dejar trascurrir los hechos.
Siempre pensó que con la verdad, se podía ir a todos sitios y que sólo la sinceridad abría todas las puertas de este mundo. Pero no fue así, en este caso la mentira y las artimañas ganaron con creces a la verdad...
Asumió el fallo del juez, la ruina en la que cayó y el prematuro abandono de su nueva pareja, con su retoño. Su vida se sumió en un abismo que conducia a una tremenda depresión...
Pero un hecho le hizo enloquecer... Ahora el destino y sus actos le tenían esposado en la parte trasera de un vehículo policial.
Fue verles en la calle, cogidos de la mano y mostrando su amor, lo que le hizo enloquecer... sin pensarlo dos veces cargo su escopeta y de dos disparos acabó con ella y con el señor juez.
   "LA LIMITACIÓN MÁS GRANDE DEL SER HUMANO RESIDE EN SU PROPIA MENTE."